martes, 29 de octubre de 2013

GUADALUPE: UN CAMINO QUE NOS LLEVA AL ENCUENTRO CON JESÚS

Los días 25, 26 y 27 de octubre tuvimos la oportunidad de participar en una experiencia llena de la presencia y gracia de Dios: PEREGRINACIÓN DIOCESANA DE JÓVENES A GUADALUPE. El viernes partimos con un grupo de jóvenes a la Santa Iglesia Catedral de Córdoba, allí tuvimos una Eucaristía de Envío precedida por el Obispo Don Demetrio, y luego de andar un tiempo en autobús llegamos a Puerto San Vicente, donde comenzamos nuestra caminata hacía Alía en donde rezamos vísperas, oramos con el Santísimo y nos alojamos para descansar y continuar la peregrinación. Fue un día de compartir y caminar juntos.
El sábado, luego de rezar laudes y desayunar, iniciamos nuestra segunda jornada rumbo a Guadalupe. En esta oportunidad nuestro caminar estuvo lleno de mucha diversidad. Caminamos solos, en silencio, para encontrarnos a solas con Aquel que también caminaba con nosotros. Después volvimos a estar juntos, rezando el Rosario, compartiendo la vida, acompañando a quien caminaba a nuestro lado, sintiendo también que contamos con hermanos en quien apoyarnos y pasando los obstáculos que se nos presentaban a lo largo del camino, hasta que después de subir la cuesta más pronunciada llegamos a un escampado donde compartimos el almuerzo y una Eucaristía precedida por Don Demetrio quien caminó la segunda jornada con nosotros. Después de este espacio de reposo y descanso continuamos nuestra peregrinación.

Cantamos, disfrutamos, caminamos y caminamos… Sacerdotes acompañaban con el Sacramento de la Reconciliación; catequistas iluminaban el camino con la Palabra, hacían resonancia de pensamientos del Papa Francisco; seminaristas y religiosas, voluntarios y todos, caminábamos juntos y hacíamos posible el encuentro que nos llevaba a María y ella, a su vez, a su Hijo. ¡Hasta que llegamos a Guadalupe! Todos hechos un solo grupo y alegres… Un Santuario bellísimo nos recibió y nos habló de la grandeza de Dios. Después de estar un rato allí, de orar y ver de cerca la imagen de nuestra Madre, nos dirigimos al lugar en donde pasaríamos la noche. Nos refrescamos un poco y luego salimos a una velada al frente del Santuario, cenamos y compartimos un rato de cantos y bailes andaluces.
Ya nuestra peregrinación estaba terminando y tuvimos nuestra tercera jornada, se inició con una Eucaristía precedida por el Delegado de Juventud, el padre Gama, quien animó a los jóvenes a ser verdaderos cristianos. Fue una Eucaristía muy sencilla y sentida. Fue ofrecida por Inma Luna, muchos la recordaban con cariño y la sentían presente en medio de la peregrinación. Después de la Eucaristía tuvimos en el auditorio del Santuario otra velada en donde escuchamos y dimos testimonio de nuestra vocación y experiencia de peregrinación. Luego iniciamos nuestro rumbo de regreso a Córdoba. Hicimos una parada en la parroquia de Hinojosa en donde nos recibieron con campanas, música y comida. En seguida continuamos con nuestro camino de regreso. Durante el retorno cada integrante del grupo dio su testimonio y compartió la riqueza de su experiencia, que resultó siendo de Dios porque se hicieron presentes los valores del Reino y cada peregrino se llevó algún regalo de Él: fuerza, fe, alegría, amor, descanso, esperanza, consuelo, reconciliación, hermanos… Solo me queda pedirle a María de Guadalupe que siga guiado nuestros pasos y, como expresó el padre Gama, que todos nuestros días puedan ser un Guadalupe que nos lleve siempre al encuentro de Jesús.

Mariela Freites De Freitas

lunes, 28 de octubre de 2013

Compartir a puerta cerrada

Con un símbolo (una ventana) hemos desarrollado en el Colegio "La Purísima" de Lucena, un encuentro con todas las clases de la ESO, este espacio nos ha hecho meditar de forma prolongada y profunda sobre el sentido de nuestra vida, lo que queremos ser, desde donde nos miran y miramos. Cantos, imágenes y unas diapositivas nos han hecho más entrañable el encuentro. Y lo más fundamental: que cada joven ha sido capaz de compartir un poco de lo que llevan dentro. Ha sido como estar en casa. HASTA NUESTRA GRAN CONVIVENCIA.